domingo, 2 de junio de 2013

XVI ENCUENTRO DE LAS MONJAS DE VIDA CONTEMPLATIVA CON EL SR. OBISPO



Las prioras y abadesas de los 11 monasterios de vida consagrada contemplativa, se reunieron durante la mañana del pasado sábado 25 de mayo en el Monasterio de la Inmaculada Concepción de las Monjas Clarisas de Almazora, para celebrar la Jornada diocesana Pro orantibus, este año bajo el lema: "Centinelas de la oración". Tras la oración inicial y la charla formativa del Delegado diocesano para la vida contemplativa, el Sr. Obispo presidió la Eucaristía durante la cual, a la luz del Evangelio en el que el Señor invitaba a todos a hacernos como niños para entrar en el Reino de los cielos, invitó a las hermanas a mantener vivas las tres actitudes características de los niños: crecer, conocer y confiar mediante la oración incesante en el Esposo, en Dios.



Tras la celebración de la Eucaristía el Sr. Obispo impartió una conferencia sobre la importancia del Año de la Fe que la Iglesia está viviendo para la Vida Contemplativa. Así, tras mencionar los motivos y la ocasión por la que el Papa Benedicto XVI quiso convocar mediante la Carta Apostólica Porta Fidei, explicó en tres apartados la necesidad de confesar, vivir y testimoniar el don de la fe que hemos recibido mediante el bautismo. Al concluir la mañana se leyó la memoria de las diversas actividades realizadas en el curso pasado, y se oró por las hermanas fallecidas en el último año. Tras la comida fraternal el Rvdo. D. Joaquín Guillamón presentó la nueva guía para la Vida Contemplativa que la dióesis ha recientemente publicado con detallada información sobre cada uno de los conventos y que ya se ha hecho llegar a todas las parroquias de la diócesis para un mayor conocimiento del gran tesoro que la diócesis tiene en estos oasis de oración silenciosa por las necesidades de todos los hombres.


(Texto de la web del Obispado, junto con una foto)
 










viernes, 1 de febrero de 2013

CELEBRACIÓN VIDA CONSAGRADA


Mensaje para la celebración de la Jornada de la Vida Consagrada


Desde las doce Comunidades de Monjas de Vida Contemplativa de la Diócesis: Agustinas, Carmelitas, Clarisas, Dominicas, Esclavas del Stmo y de la Inmaculada y Fraternidad de la Paz, deseamos enviar un saludo a todos los consagrados y fieles, reunidos junto a nuestro Obispo, para celebrar esta Jornada de acción de gracias y súplica por la Vida Consagrada, y expresaros nuestra presencia junto a vosotros en la comunión del Espíritu.
 En este tiempo concreto de pobreza y fragilidad humana que vivimos en la mayoría de nuestras Comunidades Monásticas, deseamos renovar nuestra confianza y entrega al Señor en la vida escondida y sencilla de cada día, pero profunda en Amor, para que Él renueve la alegría de su Salvación en cada uno de los consagrados, el deseo de buscar su Rostro en la intimidad del corazón y en la vida, y seamos testigos creíbles de la presencia amorosa del Señor en medio de nuestra sociedad, del gozo de creer y vivir de la fe, que nos humaniza y abre a la plenitud del Amor.
Que como Pueblo de Dios formemos un solo Cuerpo unido a Cristo en nuestro Pastor, al servicio de nuestro mundo amado por Dios.

Monjas de Vida Contemplativa de la Diócesis

martes, 18 de diciembre de 2012

SOLO EL AMOR SOLIDARIO NOS CAMBIARA

MONJAS BENEDICTINAS

Sobre el mundo se ha acumulado tanta injusticia y sufrimiento que una, sin ser directamente culpable, se siente, a veces avergonzada simplemente de vivir, de poder comer, de tener un techo donde cobijarse, es decir, de llevar una existencia mínimamente normal a la que deberíamos tener acceso todos.

Pero, ¿quién piensa hoy de verdad en los demás? Es inmoral instalarnos en el propio bienestar sin acordarnos de los pobres, de los que sufren cualquier tipo de exclusión, de los más desfavorecidos, de los que han sido castigados por la adversidad. Por desgracia esta actitud es hoy muy general.

La lucha por la vida y el ambiente materialista y consumista, el individualismo imperante nos han endurecido el corazón, nos han hecho insensibles al sufrimiento ajeno. Si nuestra época se distingue de las anteriores es, sobre todo, por la pérdida del sentido de fraternidad y de solidaridad aunque se hable mucho de ella. Siempre encontramos motivos para justificar nuestros egoísmos y nuestra insensibilidad.

Nadie, por supuesto, es personalmente responsable de todo lo que acontece en este mundo pero, de alguna manera, todos somos más o menos cómplices. Creo que el primer acto de egolatría está en considerarnos inocentes y creer que tenemos derecho a gozar de nuestro bienestar sin preocuparnos de los que padecen hambre, de los que han sido arrojados a la cuneta.

Están ya próximas las fiestas de Navidad y, mientras muchos de nosotros, inmerecidamente y gratuitamente, nos disponemos a celebrar la venida de Jesús al mundo en la abundancia, en el despilfarro, en el bullicio de la fiesta, entretenidos con las compras, los regalos, los preparativos de las cenas…, junto a nosotros habrá hermanos y hermanas que pasan hambre, que no tendrán en su mesa ni siquiera lo más imprescindible para satisfacer sus necesidades. Otros muchos sufrirán los azotes de la guerra, de la emigración, de la marginación, de los desahucios, de la enfermedad….


Ante tal situación ¿tiene todavía sentido el mensaje de la Navidad? Si Dios ha venido al mundo ¿por qué todo sigue exactamente igual? ¿A qué viene celebrar el nacimiento de Jesús intercambiando deseos de paz, de alegría y fraternidad si el mundo seguirá tan mal como siempre?

En realidad son preguntas que tocan la raíz de nuestro ser de creyentes. ¿Creemos de verdad que Dios es realmente el Salvador que viene a liberarnos de la opresión, a devolvernos la libertad, a romper las cadenas del pecado?, ¿estamos convencidos de que el Señor camina a nuestro lado pues es el Emmanuel, el Dios-con-nosotros que ha entrado en nuestra historia para compartir a fondo nuestras luchas y esfuerzos, para sostenernos en nuestro caminar?

Los que creemos en Jesús de Nazaret sabemos que este mundo puede cambiar, que Él puede hacer que las espadas se conviertan en arados y las lanzas en podaderas, que es posible que los hombres y mujeres vivamos en paz, que los bienes de la tierra sean compartidos entre todos. Sin embargo, no cambiará sólo con protestas, lamentos y críticas estériles. Cambiará si todos nos comprometemos en una lucha solidaria; si somos capaces de apagar nuestros egoísmos, nuestras ambiciones, nuestra pasividad ante los abusos e injusticias; si llegamos a hacer del amor el centro de nuestra vida y el motor de nuestros impulsos; si nos atrevemos a creer que todo hombre y toda mujer es nuestro hermano/a.

Sólo el amor puede hacer que cambien muchas cosas, y el mundo entero está necesitado de amor, sediento de amor. El amor es el único remedio para cambiar los males que nos aquejan y de los que todos somos, de alguna manera, culpables. Sólo el amor nos puede llevar a la solidaridad.

Eclesalia.net

PAUTAS ADVIENTO

MONJAS TRINITARIAS

Esto so sólo eso, pautas, algunas claves para vivir el adviento con mayor profundidad. Claves hay miles, los textos litúrgicos de estos días son muy intensos, están colocados ahí por algún motivo, nos hablan de esperar-esperanza-esperarte-espera, de alegría, de ilusión, de libertad,… de Dios, claro. Nos hablan y te hablan, sólo tienes que hacer silencio, dejar que se posen en ti. Estos creyentes de hace varios miles de años quisieron dejar su experiencia por escrito porque no les cabía en el corazón y necesitaban liberarla, darle alas, soltarla en el tiempo. Son textos que viajan en una fragilísima botella de cristal y que hoy se abren para ti. Aquellos hombres y mujeres, enamorados de Dios te envían un mensaje… “encuéntrale en el silencio”. Primera pauta: vivir hacia el interior Puede que no sea casualidad, sino “Diosidad” que dicen algunos, el hecho de que el adviento coincida con el final del otoño y el principio del invierno. En este tiempo la naturaleza se sumerge en sí misma, vive hacia el interior, dándose calor, reconociendo su propio ser. Decimos que la naturaleza duerme, inicia su tiempo de descanso, pero… pero…, quizás no, quizás está enfrascada en crear algo nuevo, en desnudar su propia verdad, en dar calor a lo que esconde, a lo que desea ofrecer y a lo que se le pide… Algo así puede ser el adviento para ti, un tiempo para vivir “curvada sobre ti misma”, viviendo en silencio, en soledad, desnudándote de adornos (hojas, frutos, flores…), absorbiendo desde lo profundo, buscando más allá de la superficie… ¿me explico? Lo que te vaya sucediendo, sobre todo lo más nimio, es lo que más significado tiene en este tiempo, porque es lo que va haciendo grande tu vida, es la sencilla savia que va alimentándote hasta que brote algo grande. Es el tiempo de esconder en lo oscuro de tu tierra la semilla de Dios. Es el tiempo de descubrirnos embarazadas de vida, de proyectos, también de dolores y miedos… Dios te ha dado una semilla que puedes hacer que dé fruto en primavera… y “que tu fruto dure”. Segunda pauta: aceptación… …de lo que Dios siembra en silencio. Como te digo Dios es el sembrador que pone en ti una semilla de futuro… ¿de qué futuro? Bueno, no tiene por qué ser nada extraordinario lo sembrado, o sí…: quizás sea más alegría, quizás siembra en ti una decisión de vida, o valor para afrontar algún cambio… Dios es el sembrador de esperanzas: “alza la cabeza, se acerca la liberación”. ¿De qué te libera el adviento?, ¿de tus miedos?, ¿de tu rutina?, ¿de ambiciones?, ¿de una vida que no te llena del todo?... tú sabrás. El adviento es el tiempo de aceptar lo que viene de Dios, lo que viene de la vida, lo agradable y lo menos gustoso… Acoge, acepta y ¡arriésgate! Salió el sembrador a sembrar y vio en ti tierra fértil y… sembró. Tercera pauta: dar calor El adviento no es tiempo de evaluaciones, de limpiezas ni acondicionamientos, eso, que es buenísimo, lo dejamos para cuaresma. Yo prefiero enfocar el adviento como tiempo de acoger lo bueno que Dios coloca en cada una, en cada uno, agradeciéndolo, creando un espacio aceptado, amable (esto significa “que se puede amar”) para que así se produzca el milagro del nacimiento. Fíjate en los regalos cotidianos, desde los más pequeños (esos obsequios humildes de Dios que se nos despistan por pequeños unos y efímeros otros) hasta los que te llenan la boca. Dedica uno de tus días de oración a ser consciente de los regalos de Dios-Vida, descubrirás docenas y docenas de ellos, y si no te salen docenas… deberemos trabajar el tema del agradecimiento y tu capacidad de ver belleza a tu alrededor. Cuenta las docenas y… dale gracias a Dios. Vivir hacia el interior, aceptando lo que llega y dándolo calor para que la semilla fructifique.
Eclesalia.net

lunes, 5 de noviembre de 2012

Solemnidad de Nuestra Madre Santa Clara y Clausura del 8º Centenario de la Fundación de Nuestra Orden 1212 -2012






Siempre la festividad de N. M. Santa Clara la celebramos con mucha solemnidad, además este año no fue menos por la clausura del 8º. Centenario.

Como todos los años antes de la fiesta hacemos una novena en honor a N. M. Fundadora. En este año tampoco le faltó; cada día al final de la novena cantamos las letras de N. M. Santa Clara con mucho fervor. También como preparativo en estos días leímos el libro del Ministro General, Rvdo. P. José Rodríguez Carballo. “Conoce tu Vocación” (El diálogo con las Hermanas Clarisas). En ello pudimos profundizar y conocer más nuestros orígenes.

El día de la fiesta tuvimos la Eucaristía presidida por el Rvdo. P. Fernando Hueso o.f.m. y cinco concelebrantes. Entre ellos destacamos de modo particular a nuestro P. Visitador Episcopal Rvdo. D. Joaquín Guillamón Alcón. También nos acompañaron muchos fieles, bienhechores y amigos de la Comunidad.

P. Fernando hizo una homilía muy sentida y provechosa y narró casi toda la vida de Santa Clara, y dijo: tenemos que abrir el corazón porque estamos celebrando la clausura del 800 años de la vida de las Hermanas Pobres de Santa Clara.

Después de la conversión de Francisco que fue un escándalo para todo el pueblo, porque por el enfado de su padre, conducido al tribunal del Obispo; lo condena a perder la herencia paterna. Entonces se despoja de sus vestidos y exclama: “ya soy libre”. “No me queda otro padre en la tierra, solo el que está en los cielos”. Y quiere vivir una vida de penitencia y sin nada propio. Todo eso lo presenció Clara de Favarone que era una doncella que pertenecía a una familia noble y rica. Luego ella movida por el espíritu también quiere seguir a Francisco.

Más tarde de varios encuentros y entrevistas con Francisco; ellos escogen una fecha es el Domingo de Ramos, para consagrarse al Señor. Ese día Clara vestida con sus mejores galas recibe la palma de las manos del Sr. Obispo y por la noche se fuga de su casa y cambia de vestido de gala con un paño marrón. En ese momento se desposó con Cristo para vivir una vida de penitencia. Inmediatamente Francisco la trasladó al monasterio de Benedictinas de San Pablo de Bastía.

Cuando la familia se entera de lo que ocurrió, se va a buscarla al convento y con violencia pide que se vaya a casa. Entonces Clara descubre la cabeza y agarrándose a los manteles del altar. En ese momento si tocasen a ella la familia queda excomulgada; entonces ya la dejan en paz y se marchan.

Clara quería vivir sin nada propio, como Cristo pobre, ve que aquello no era su vida. Luego Francisco la lleva a Santo Ángel de Panzo. Tampoco no encontrará allí su ideal de vida. Y más tarde Francisco la trasladó a la Iglesia de San Damián. Allí la sigue su hermana Inés y muchas vírgenes ansiosas de vivir la nueva forma que inspira Clara y Francisco. Hacían trabajo de labores, luego lo regalaban a las Iglesias pobres y ellas vivían de la limosna y no querían nada de rentas y terrenos. Por ello lucha toda su vida con los Papas por el “Privilegio de la Pobreza”. Ante la insistencia de Clara, el Papa Inocencio IV aprobará su Regla tres días antes de morir.

Después de muerte de S. Francisco, Clara es la que mantuvo firme el mandato de él, ella fue su fiel discípula que nos ayude a ser fieles en nuestro camino.
Aparte del coro que tenemos (entre nosotras y seglares) se nos ofreció un grupo de la banda de la música para tocar. También las Hermanas intervinieron en tocar el organo, monición de la entrada, en la primera lectura, canto responsorial y Cantos de la celebración. Con todo resultó muy solemne, como merecía la fiesta.

Al finalizar la Eucaristía se dio a besar la reliquia N. M. Santa Clara, mientras cantamos el himno. A continuación en el jardín del claustro se ofreció un piscolabis; con lo que todos quedaron contentos.

En alabanza de Cristo Amén.
Hermanas Clarisas de Almazora.

Elección de Abadesa Comunidad de Hermanas Clarisas Almazora



PAZ Y BIEN

Elección de Abadesa


El día 16 de octubre de 2012, se celebró en esta Comunidad de Hermanas Clarisas de Almazora, el capítulo de elección de Abadesa. Tras la celebración de la Eucaristía del Espíritu Santo, presidida por el Sr. Obispo y concelebrada por varios sacerdotes, tuvo lugar la elección; resultando elegida para Abadesa la M. María Cotanda Mata.


Enhorabuena y roguemos al Señor para que le ayude a la Madre, a ser fiel a la misión encomendada.

En alabanza de Cristo. Amén.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Monjas Agustinas de Montornés (Benicasim) FIESTAS DE SAN AGUSTÍN Y STA MÓNICA. AGOSTO-2012

Celebramos en toda la Orden con gran gozo la Solemnidad de san Agustín y de su madre Sta Mónica. En nuestra Comunidad de Agustinas de Benicasim compartimos estas fiestas con los PP Agustinos, sacerdotes, amigos, familiares y vecinos.

El día 27 celebramos Sta Mónica con Vísperas y Eucaristía Solemne. La devoción a esta madre santa va creciendo. Lo que sabemos de Mónica lo sabemos por su hijo Agustín. Nació en Tagaste (Argelia), creció en una casa creyente, se casó a los 20 años con el joven Patricio, pagano, y tuvo tres hijos: Agustín, Navigio y Perpetua. Mónica era la mujer fuerte de la Biblia: sabia, pruedente, trabajadora, reconciliadora. Mónica fue la primera maestra de Agustín y le inculcó en el corazón la idea de un Dios providente, salvador y la vida eterna. Mónica estaba preocupada por la vida espiritual de su hijo, dice Agustín en el libro de Las Confesiones: “mi madre lloraba en tu presencia por mí mucho más de lo que lloran las madres la muerte física de sus hijos”, y atribuye su conversión a las oraciones y sacrificios de su madre. Al convertirse Agustín, su madre se une al grupo de amigos conversos, dice Agustín: “se unió a nosotros con atuendo femenino, fe varonil, seguridad de anciana, amor de madre y piedad de cristiana”. Sta Mónica sigue siendo un modelo para las mujeres y madres de hoy. Luego de la celebración litúrgica compartimos un ágape fraterno.
El día 28, solemnidad de san Agustín, tuvimos Eucaristía solemne a las 12,30, presidida por D. Joaquín Gillamón, recién nombrado párroco de la Sgda Familia de Castellón y Visitador diocesano de las Monjas Contemplativas de la Diócesis, y concelebrada por varios religiosos Agustinos, PP. Blancos y sacerdotes diocesanos y amigos. Hubo buena concurrencia de fieles, viviendo intensamente la liturgia. Después se compartió una comida fraterna.


En la homilía resaltó D. Joaquín como Agustín, buscador de la Sabiduría, herido por la Palabra de Dios, enamorado de la Verdad, nos invita a tener esa inquietud de búsqueda y a vivir como discípulos de Cristo en Comunidades fraternas, creciendo en comunión, para tener una sola alma y corazón orientados hacia Dios. Así mismo nos invitó a experimentar cada día lo cantado en el Salmo responsorial: “Dichosos los que bien en tu casa, alabándote siempre, Señor”







El Monasterio de la Transfiguración celebra su día grande

La Fraternidad Monástica de la Paz celebró mediante una eucaristía de acción de gracias el dia de La Transfiguración de N.S. Jesucristo.


El pasado 6 de Agosto , la Iglesia celebraba el día de La Transfiguración del Señor y este es un día muy especial para la Fraternidad Monastica de la Paz, la cual reside en el Monasterio de la Transfiguración , en Castellón.
La eucaristía , que se celebró en el mismo monasterio , contó con la presencia de numerosas personas, que no quisieron perderse este día de acción de gracias al Señor , junto a las hermanas de la paz.

Como caracateriza en todo a la Fraternidad , la eucaristía se ofició de forma humilde y sencilla , en el mismo patio del monasterio. Esto no impidio que se viviera de forma intensa un día tan importante como este , en el cual recordamos uno de los acontecimientos más importantes de la vida terrenal de Jesús . En la Transfiguración, los apóstoles se dieron cuenta que en Cristo verdaderamente “habita corporalmente toda la plenitud de la Divinidad”, que “agradó al Padre que en él habitase toda plenitud” (Colosenses 1,19; 2,9). Como recordó el presidente en la homilia “ todos estamos llamados a esta transfiguración , a fin de que se vea en nosotros a Cristo , para ejemplo y bien de la sociedad”
El día fue culminado con un pequeño agape que pudieron disfrutar todos.
De esta forma la Fraternidad Monástica de la Paz dió gracias al Señor por todo cuanto ha hecho con ellas desde que en 1989 llegarán a Castellón , situándose en el Monasterio de la Transfiguración , el cual se encuentra en la Calle Algemesí.
Recordar que este monasterio está abierto para todo aquel que necesite una palabra de amor o de consuelo. Da igual quien seas o que te pase. El monasterio incluso incluye apartamentos para aquellos que necesiten de un retiro de unos días o tan solo pasar unas horas hablando.