De este modo, con la riqueza de sus carismas,
las personas consagradas, brindan una específica aportación
a la Iglesia para que ésta profundice en su propio ser,
como sacramento de la unión íntima con Dios y de
la unidad de todo el género humano”. Vita consecrata, 46.
La vida contemplativa desde sus orígenes, sigue aportando su trabajo por el Reino y la edificación del Cuerpo de Cristo desde el silencio de sus claustros.
Vida sencilla, impregnada por la presencia de Dios en el trabajo, la oración, la Liturgia de las Horas, la fraternidad, el estudio, la lectura asidua de la Palabra de Dios...
...En el corazón de las contemplativas están los gozos y las esperanzas, tristezas y angustias de cada hombre. Su vida transcurre dentro de los muros de un monasterio, pero su corazón está abierto y cerca de todos, por su oración...
Puedes acceder al contenido de cada orden haciendo cilck sobre su nombre en el menú "Nuestras Órdenes" del lateral izquierdo.
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